Alcohol y ansiedad: ¿Cómo se relacionan?
El alcohol y la ansiedad van en múltiples ocasiones cogidos de la mano. En algunos casos, el alcohol se transforma en una forma de evasión para las personas con ansiedad, pero al mismo tiempo, este solo consigue empeorarla. ¿Es cierto que el alcohol y la ansiedad están relacionados?
En el post de hoy de Psicotep aprenderemos qué relación existe entre el alcohol y la ansiedad y qué repercusiones pueden tener estos sobre nuestra salud.
La ansiedad es una respuesta natural de nuestro cuerpo frente a determinadas situaciones, pero a veces puede afectarnos mucho más de lo que esperamos. Si necesitas ayuda, recuerda ponerte en contacto con un especialista en ansiedad. No tienes por qué hacerlo por tu cuenta, no tengas miedo a pedir ayuda.



La adicción al alcohol como síntoma de la ansiedad
En otros post en los que hemos tratado la ansiedad, el desarrollar adicciones o recurrir al consumo masivo, ya sea de comida o el comprar ropa, se muestra como un síntoma típico de la ansiedad.
Es por eso que el alcohol y la ansiedad están estrechamente relacionados. El alcohol tiene un efecto sedante sobre nosotros, nos hace más felices, alivia aquellos sentimientos de tristeza o ansiedad que podamos tener.
Esta sensación es adictiva. Bebemos, se alivia el agobio o la ansiedad y por consiguiente nos sentimos mejor. Sin embargo, cuando el efecto se va, vuelve la ansiedad, en algunos casos con más fuerza.
Por lo tanto, aquellas personas que padezcan ansiedad serán mucho más susceptibles a recaer en adicciones de este tipo. De hecho, un 51% de las personas que tienen ansiedad, también han pasado a su vez por el alcoholismo.
¿El alcohol produce ansiedad?
Es bastante común el relacionar el alcohol y la ansiedad de la forma en la que lo hemos explicado anteriormente. Sentimos ansiedad, queremos dejar de sentirla por lo que al final acabamos abusando del alcohol.
Sin embargo, ¿el alcohol da ansiedad?
La respuesta es sí, el alcohol produce ansiedad. De hecho, se tienen muy poco en cuenta los efectos perjudiciales que este puede tener sobre nuestra salud mental (al igual que otras sustancias adictivas como el cannabis o el tabaco).
La razón por la que esto puede ocurrir es que, al consumir bebidas alcohólicas en exceso los nervios del cerebro pueden verse dañados. Esto afecta a la función de los neurotransmisores, los r información a través del cerebro.
Esta disfunción en la actividad cerebral causada por el alcohol producirá dificultades para recordar las cosas, incapacidad para resolver problemas y nos costará mucho más concentrarnos en general. ¿Te suenan estos síntomas?
Efectivamente, todos ellos son además síntomas típicos de la ansiedad. Al igual que las personas que tengan ansiedad deben vigilar su consumo de alcohol, este puede afectar también a personas que no la padezcan pero que sí abusen de alcohol.



El trastorno por consumo de alcohol, ¿en qué consiste?
¿En qué consiste el trastorno por consumo de alcohol? ¿Cómo podemos saber si lo padecemos? Es cierto que, igualmente que en algunas ocasiones la ansiedad puede hacernos más susceptibles al alcoholismo, este no tiene por qué ser siempre el caso.
¿Pero cómo identificar que la el alcohol y la ansiedad no están relacionados? Para saber si nuestro consumo es el adecuado y que no sufrimos un trastorno por consumo de alcohol, deberemos tener en cuenta los siguientes factores:
- Recurrimos al alcohol cada vez que nos sentimos mal. Cuando estamos deprimidos o agobiados por algún motivo, lo utilizamos como medio sedante para calmar nuestros sentimientos y aliviar el dolor.
- Incapacidad para reducir las cantidades de alcohol que se consumen y numerosos fallos para intentar sentirnos mejor con otras alternativas.
- Aumentar las cantidades porque cada vez hace menos efecto a pesar de consumir siempre lo mismo.
- Dejar de lado responsabilidades, ya sean laborales o sociales. Pérdida del interés por todo lo demás y poco a poco aquello que hacemos comienza a girar en torno al alcohol o su consumo.
- Abstinencia cuando se intenta dejar de consumirlo.
Esos puntos resumen los síntomas típicos del trastorno por consumo de alcohol. Sin embargo, te recordamos que cada persona es un mundo y que este tipo de trastornos se pueden manifestar de formas diversas y a niveles distintos dependiendo de la persona.
Por ello te recordamos que este post no es sustitutivo del tratamiento o diagnóstico de un especialista. En caso de que sientas que tienes problemas con el alcohol, no dudes en ponerte en contacto con un experto que te ofrezca un servicio personalidad.



El alcohol y la ansiedad: ¿puedo beber alcohol si sufro de ansiedad?
Siempre se recomienda el consumo de bebidas alcohólicas de forma moderada, ya tengamos ansiedad o no. A parte de la ansiedad, el alcohol tiene muchos más efectos perjudiciales para nuestra salud, ya sean físicos o psicológicos.
Si sufres de ansiedad, es mejor reducir el consumo de alcohol al mínimo y no beber de forma recurrente, ya que, como habrás podido comprobar, este empeorará los síntomas de tu ansiedad a largo plazo.
Idealmente lo mejor es dejar el alcohol y tomar otros hábitos más saludables para nuestra salud mental así como física. Beber alcohol teniendo ansiedad no es una buena opción.
Busca otras alternativas al alcohol
Puedes aprender a reducir o a aliviar la ansiedad con métodos saludables y efectivos sin tener que recurrir al alcohol. Recupera viejos hobbies, practica deporte, habla con gente cercana a ti, haz cosas que te devuelvan la ilusión y que habías dejado apartadas.
Igualmente, para más información te invitamos a que leas el siguiente post: Cómo calmar la ansiedad → Técnicas y ayudas Si ves que el alcohol y la ansiedad están comenzando a tomar las riendas y que te alejan de la vida que quieres, cuenta con nosotros para ayudarte a volver a sentirte bien. Ponte en contacto con nosotros y en seguida te asignaremos un psicólogo especialista en ansiedad que se ajustará a ti y buscará un tratamiento adecuado para ayudarte a superar la ansiedad.