Las 8 enfermedades psicosomáticas más habituales
En no pocas ocasiones, los médicos derivan a sus pacientes a la consulta de un psicólogo cuando la causa de un trastorno físico tiene su origen en la mente o en lo que se conoce como trastornos psicosomaticos.
Los trastornos psicosomaticos son avisos o manifestaciones físicas de problemas relacionados con el estrés, la ansiedad, pensamientos, y sentimientos que nos superan.
La psiquiatría, neurología y psicología estudian los factores que afectan a los pacientes tanto en el desarrollo de enfermedades de la mente, para aplicar los tratamientos más adecuados, como la incidencia de esos trastornos mentales que además producen alteraciones orgánicas.
¿Cuáles son los síntomas de los trastornos psicosomaticos más frecuentes?
No solo está demostrado que la disposición mental puede mejorar o empeorar enfermedades con un origen fisiológico, sino que en muchos casos, el cuerpo envía señales cuando la mente se encuentra en situaciones de presión y saturación, que si no se atienden llevarán a trastornos más graves en los que no sólo se produce un deterioro mental, sino que se desarrollan enfermedades físicas con diversos grados de intensidad.
Se puede hablar de enfermedades psicosomáticas tanto cuando los trastornos mentales derivan en patologías físicas, como cuando las enfermedades físicas se agudizan como consecuencia de los trastornos mentales que padece el enfermo.
Los síntomas psicosomáticos más frecuentes son:
- Dolor de espalda
- Mareos o vértigos
- Dolor en extremidades
- Gases en el estómago
- Dificultad al respirar
- Palpitaciones, taquicardia
- Dolor en articulaciones
- Dolor en el pecho
- Nauseas
¿Por qué se producen las enfermedades psicosomaticos?
Hasta el momento no se conoce con toda exactitud por qué la tensión mental y los trastornos psíquicos desencadenan determinadas alteraciones orgánicas, pero es evidente que la tensión, el estrés, las preocupaciones excesivas y los pensamientos negativos provocan importantes dolores de cabeza, insomnio, problemas digestivos e intestinales, y además afectan al sistema inmunológico.
Las investigaciones realizadas presentan al cerebro como responsable del bloqueo del sistema inmunológico en determinadas condiciones, de tal manera que el organismo se encuentra más indefenso frente a los agentes patógenos, provocando enfermedades psicosomáticas, pero además el estado de tensión y estrés hace que se generen sustancias que preparan al organismo frente a peligros.
Los mecanismos de defensa, y las sustancias químicas que libera el organismo en un momento determinado, frente a cualquier situación que se interpreta como peligrosa, son saludables para activar una respuesta en un momento dado, pero cuando la tensión es constante, la ansiedad es una enfermedad, y acaba por producir una alteración orgánica nociva.
¿Qué síntomas pueden provocar la ansiedad o la depresión?
Como hemos comentado, no sentirnos bien psicológicamente acaba afectándonos físicamente.
La ansiedad o la depresión son trastornos que pueden producirnos los siguientes síntomas:
- Dolores de cabeza, mareos o vértigos
- Ceguera, doble visión o afonía
- Palpitaciones o taquicardias
- Sensación de ahogo u opresión en el pecho
- Nauseas, vómitos, diarrea
- Tensión muscular o dolor
Principales enfermedades psicosomaticos
Cuando sientes presión en el pecho, mareo y confusión a la hora de pensar, taquicardia, sudoración excesiva en determinados momentos, contracturas por ansiedad, insomnio u otro tipo de trastornos, posiblemente tu cuerpo te está diciendo que algo no va bien, y si no cambias algunas cosas en tu vida, las señales cada vez serán más incómodas, hasta que realmente deriven en enfermedad psicosomática, o no.
En un determinado momento en el que puedes acudir al médico para consultar lo que te está ocurriendo, este tras realizar pruebas diagnósticas, puede que te envíe directamente a la consulta de un psiquiatra o psicólogo, y en este caso te tratará alguno de los tipos de enfermedades psicosomáticas, entre las cuales las más frecuentes son:
1. Dolores de cabeza
La ansiedad y dolor de espalda provocado por tensión muscular en la parte superior del cuerpo: hombros, cuello, mandíbulas, y cuero cabelludo, generan una importante cantidad de dolores de cabeza.
Normalmente este tipo de tensión está asociada a una excesiva ansiedad generada por el peso de la responsabilidad, que hace que la persona se encuentre en un estado de estrés continuo, y en ese caso estos dolores de cabeza se encuentran encuadrados entre las enfermedades psicosomáticas, y su solución de base pasa por recibir una adecuada psicoterapia, en muchos casos.
También es posible que en otros casos los dolores de cabeza vengan producidos por malos hábitos posturales, o por traumatismos craneoencefálicos previos.



2. Trastornos abdominales sin origen orgánico
Cuando existen problemas abdominales de tipo colon irritable, digestiones difíciles, estreñimiento o colitis, y se han descartado las causas orgánicas, es posible que los trastornos tengan un origen en el estrés y otros problemas psicológicos, y están relacionadas con el denominado cerebro visceral, y nuestra parte instintiva más primitiva, y animal, desencadenando enfermedades psicosomáticas.
Habitualmente las personas que padecen este tipo de enfermedades psicosomáticas, retienen excesivamente sus sentimientos, por lo que igual que se puede producir el empacho físico, también se puede producir indigestión mental, cuando se trata de asimilar y encajar una serie de emociones para las que la persona no está preparada, como pueden ser el miedo a algo nuevo, la impotencia o la rabia.
Las personas excesivamente perfeccionistas suelen ser candidatas a sufrir el síndrome de colon irritable, y el tratamiento para solucionar este problema pasa por reducir las ansias constantes de hacerlo todo tan perfecto, para acabar con la tensión que esto genera, al somatizar emociones.
3. Mareos y vértigos
Una vez descartados los orígenes orgánicos de la pérdida de equilibrio y mareos, habitualmente la causa de este tipo de trastornos está en un estrés continuado, o el hecho de somatizar emociones.
También es posible que lo que realmente se sienta es una debilidad total, que se traduce en mareos psicológicos.
Esta sensación habitualmente viene acompañada de dolores por ansiedad, y miedo ante la sensación de perder la cabeza.
4. El Síndrome de Fatiga Crónica
Se trata de un trastorno que afecta a las personas produciendo un cansancio continuo que no mejora con el descanso ni con el sueño, y que además aumenta con cualquier tipo de actividad, por lo que resulta muy limitante, para quienes padecen este tipo de enfermedades psicosomáticas, que encima pueden ser tachados de vagos, por ignorancia.
Estos trastornos psicosomáticos se caracterizan por una falta de fortaleza frente a cualquier obstáculo, y la causa se relaciona con un total desgaste de energía vital en etapas anteriores.
En este tipo de trastornos psicosomaticos es necesario reajustar la parte emocional para evitar la fragilidad que produce tanta tensión, a la hora de recuperar energía vital.



5. Histaminosis
Puede estar acompañada de fatiga crónica y fibromialgia, y se trata de un trastorno en el que se produce una elevación de histamina que es una sustancia presente en todos los órganos y tejidos de nuestro cuerpo, generando multitud de trastornos como vértigos, cansancio, dolor muscular y articular, pérdida de memoria, problemas digestivos, y otros muchos.
Este tipo de enfermedad requiere de ayuda psicológica con terapias adecuadas.
6. Erupciones cutáneas, y otras enfermedades de la piel
Como hemos dicho más arriba, muchas de las enfermedades psicosomáticas vienen provocadas por alteraciones del sistema inmunitario, y concretamente las manifestaciones de estas alteraciones a nivel dérmico se traducen en psoriasis y vitíligo.
El mal funcionamiento de los linfocitos genera en la piel un crecimiento desordenado de células produciendo zonas inflamadas escamosas, como una forma habitual de somatizar enfermedades.
El estrés emocional es una de las causas que desencadenan habitualmente la psoriasis.
Junto con la psoriasis el vitíligo es otra de las enfermedades de la piel que más frecuentemente tienen una causa psicológica.
Se trata de trastornos psicosomáticos en los que la piel aparece con manchas blancas de distinto tamaño, y pueden aparecer en distintas partes del cuerpo.
Las personas que sufren este tipo de somatización de ansiedad, suelen necesitar un refuerzo en cuanto a su aceptación por parte de los demás.
7. Infartos
Según los expertos, los repetidos ataques de ira, aumentan de forma significativa las posibilidades de padecer un accidente cardiovascular, que es una de las situaciones más peligrosas, dentro de la lista de enfermedades psicosomáticas.
Al activar los mecanismos físicos de defensa que generan una aceleración del ritmo cardiaco, respiratorio, y aumento de la temperatura, liberando moléculas grasas en la sangre, que sin embargo no llegan a ser quemadas por un gasto energético necesario, estas acaban adhiriéndose a las arterias aumentando el temido riesgo de infarto.
Aprendiendo a canalizar adecuadamente la ira, se pueden reducir las posibilidades de sufrir este tipo de accidentes por infarto cardiaco, o cerebral.
8. Fibromialgia
Se trata de una enfermedad que provoca una gran sensibilidad muscular con mucho dolor, y cansancio.
Además la fibromialgia puede venir acompañada de problemas del sueño, rigidez al despertar, hormigueo de manos y pies, y dolores de cabeza, entre otros síntomas.
Este tipo de enfermedades psicosomáticas, pueden estar generadas por una tensión continua no sólo de la musculatura, sino también del tejido conjuntivo, que hace necesario aprender a relajarse, y contar con nuevos mecanismos de defensa.
Los pacientes con fibromialgia necesitan saber poner límites a la tensión, y reforzar la seguridad en sí mismos.
Además de los trastornos psicosomaticos, y problemas de salud mencionados anteriormente, existen otros como el exceso de sudoración que genera mal olor, como consecuencia de una reacción nerviosa frente a la presencia de otras personas, la taquicardia o la sinusitis, que en muchas ocasiones tienen un componente más mental que físico.
A través de la psicoterapia puedes llegar a rebajar la tensión y el nivel de alerta frente a los demás, aprendiendo también a aceptar tus limitaciones como algo natural, así que si padeces alguna de los trastornos psicosomaticos que hemos visto aquí, pídenos una primera cita en nuestro gabinete de psicólogos, y valoraremos tu caso para buscar el mejor tratamiento.