Terapia familiar: tipos y formas de aplicación efectivas
En el campo de la psicología, además de aplicar diferentes tratamientos individuales, para disminuir o sanar todo tipo de trastornos personales, también existen otro tipo de intervenciones psicoterapéuticas para mejorar determinados comportamientos conflictivos dentro del núcleo social más básico que es la familia, a través de distintos procedimientos de Terapia familiar.
Por tanto los distintos tipos de Terapia familiar, sea cual sea el enfoque, están destinadas a solucionar los conflictos que se generan en la interacción entre los miembros de la unidad familiar, fortaleciendo los lazos de afecto y colaboración, pero además, pueden estar centrada sobre un determinado miembro cuando se detecta que su comportamiento es la causa de los conflictos.
Partiendo del concepto de que el modelo familiar durante la infancia de las personas, es el punto de partida sobre el que se desarrolla la dimensión afectiva, y su forma de expresión y relación posterior con el resto, ante los conflictos generados en el núcleo familiar, esta parte de la psicología trabaja involucrando a dos, o más miembros del grupo, en la aplicación de cualquier Terapia familiar.
También se parte de la relación que existe entre la forma de interiorizar cada individuo su posición dentro del modelo familiar frente a los conflictos interpersonales, y las repercusiones que se pueden derivar del cambio de roles, y problemas de mala o nula comunicación.
La Terapia familiar tiene como objetivo conseguir el cambio de patrones de interacción negativos entre los miembros de una familia.
Dentro de las distintos enfoques teóricos de los que parten los distintos tipos de Terapia Familiar, en la actualidad las formas de tratamiento que consiguen mejores resultados, parten de la corriente sistémica, sin despreciar otros enfoques que también han analizado y trabajado en el componente familiar, como causa de los trastornos personales.
Algunas corrientes derivadas del Psicoanálisis o de las teorías cognitivo- conductuales, también han generado modelos en la aplicación de Terapia familiar.
A continuación vamos a ver cuáles son las bases de estas terapias.
Tipos de terapia familiar más utilizados
Terapia familiar sistémica
Este tipo de psicoterapia trabaja la dinámica familiar, sobre el patrón que rige la interacción entre los miembros, en lugar de centrarse directamente en una causa concreta o individuo específico, consiguiendo mejorar las relaciones de todos los integrantes entre sí, a la vez que se potencian las fortalezas de unión del grupo, y la aportación individual de cada uno al conjunto.
Pero además se consiguen adaptaciones más positivas en las conductas individuales, a través de nuevas motivaciones y compromisos.
Según este enfoque, la conducta de un miembro familiar no se puede tratar aisladamente, ya que se ve influenciado por el resto de los miembros de la familia que al ser un sistema abierto a la interacción con otros, también se encuentra a su vez influido por los demás, repercutiendo a su vez de forma particular en cada individuo de la familia.
En la Terapia sistémica se manejan determinados principios a la hora de trabajar los problemas, entre ellos:
La causalidad circular, teniendo en cuenta que el comportamiento de cada integrante produce una reacción en el resto, y esta a su vez generará una nueva respuesta en ese individuo.
También se parte del concepto de totalidad, ya que el conjunto de miembros de la familia genera respuestas cuya identidad es superior e independiente a la suma de respuestas individuales de todos ellos.
Dentro del sistema, también se tiene en cuenta principios como la equifinalidad por la que una misma situación provoca diferentes sensaciones y respuestas en distintas personas, o la equicasualidad por la que distintas experiencias pueden provocar una misma respuesta en diferentes individuos.
La terapia familiar sistémica trabaja la comunicación, los límites, roles y relaciones de poder y sus efectos sobre el desarrollo personal de cada integrante, mediante diferentes técnicas como la dramatización, la paradoja o la alianza temporal entre miembros.
Terapia psicodinámica
Desde algunas corrientes psicoanalíticas también se parte de la idea de que los trastornos psicológicos y conductas desadaptativas a nivel individual que provocan problemas familiares en la edad adulta, pueden estar producidos por conflictos vividos durante la niñez en los que la persona ha reprimido sus emociones, manifestándose de forma inconsciente en el presente por una falta de resolución anterior.
A través de la interpretación, y reinterpretación se puede desbloquear el conflicto para reprocesarlo de una forma más adaptativa.
Terapia familiar cognitivo-conductual
A diferencia de la terapia familiar sistémica, este tipo de tratamiento tiene como objetivo buscar soluciones específicas a problemas concretos planteados por la familia, o por uno de sus integrantes.
En este caso, también se puede asignar un rol terapeuta al resto de los miembros de la unidad familiar, además de conseguir al involucrar en grupo a todos los individuos que la integran, mejorar aspectos negativos de su interacción, reforzando el sentimiento de pertenencia y las posibilidades de comunicación, y colaboración.
Trabajando el cambio de pensamientos negativos e ideas mal interpretadas, los integrantes desadaptados pueden llegar a variar sus sentimientos y conductas, entendiendo su importancia dentro del conjunto de la familia.
Este tipo de terapia familiar, se puede aplicar en problemas de pareja, niños y adolescentes conflictivos, o problemas de drogodependencia y alcoholismo, entre otros.
En Psicotep utilizamos un método propio con el que conseguimos un más alto porcentaje de resultados mediante el uso combinado de terapias más adecuadas a cada caso particular.
Problemas se resuelven con Terapia familiar
Dentro de las aplicaciones de la Terapia familiar, existen tratamientos dirigidos a la resolución de diferentes tipos de conflictos tales como
A través de la Terapia de pareja se pueden mejorar problemas por incomunicación, desgaste de la relación, puntos de incompatibilidad, infidelidad, rivalidad, falta de responsabilidad, roles, u otros.
- Momentos críticos en la evolución familiar
Frente a circunstancias críticas en que una familia no puede solucionar sus problemas internamente, la Terapia familiar ayuda a superar dificultades como el cambio producido por el nacimiento del primer hijo, el momento en que la casa se queda vacía tras su emancipación, o elaborar un adecuado duelo frente a un fallecimiento inesperado.
- Tratamiento de trastornos psicológicos individuales que afectan al conjunto familiar
Los trastornos que en ocasiones presentan los hijos con manifestaciones de rebeldía infantil o durante la adolescencia, problemas de comunicación, descontrol emocional o violencia en casa, son algunos de los problemas que se suelen plantear a la hora de aplicar una Terapia Familiar.
- Tratamiento para las adiciones
Cuando un miembro de la unidad familiar presenta adición a la bebida o consumo de estupefacientes, se suele solicitar la implicación de los parientes más cercanos para ayudar a evitar que el afectado continúe con su hábito dañino, además de prestar su apoyo y motivación en el tratamiento dentro de la Terapia familiar.
- Orientación para padres, y psicoeducación
A través de este tipo de actuación se trabaja con los padres entrenándolos frente a las conductas desadaptativas que pueden llegar a sufrir sus hijos, facilitando respuestas y herramientas frente a distintas situaciones para conseguir una adaptación positiva de los niños o adolescentes.
Además se puede establecer un diagnóstico de problemas de rendimiento académico, relación con los demás, u otros, de tal forma que los padres comprendan como es su hijo, y cómo ayudarle.
¡No tires la toalla! antes de probar las soluciones que te puede ofrecer la Terapia familiar.
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