¿Qué es el trastorno bipolar? ¿Cuáles son sus síntomas?
El trastorno bipolar es uno de los síndromes psicológicos más desconocido, común y caótico de nuestra sociedad. Estigmatizado por el mal uso del lenguaje, existen muchos prejuicios sobre las personas que se atreven a reconocer su estado.
Antes de avanzar, hay que aclarar que pese al estigma social que arrastran las personas que padecen algún tipo de psicopatología con apellido alarmante, este tipo de trastorno no hace especialmente peligrosas a las personas que padecen conducta bipolar.
Hoy vamos a explicar qué supone ser bipolar, cuáles son los síntomas y por qué se debe acabar con las falsas creencias sobre este trastorno.
En qué consiste el trastorno bipolar
El trastorno bipolar es una enfermedad mental que genera cambios bruscos y repentinos en el estado de ánimo de la persona que lo padece, con picos emocionales muy altos de euforia y fuerte activación energética, a los que les sigue el derrumbamiento emocional acompañado de depresión.
Excepto por los riesgos que entrañan principalmente para sí mismos los brotes en su fase hipomaniaca, o maniaca, que explicaremos más adelante, y el riesgo de suicidio durante los episodios de depresión severa; este trastorno carece de riesgo para la persona y su entorno.
Este trastorno requiere un diagnóstico por parte de los profesionales de la salud mental, pues no se debe confundir el trastorno bipolar con un “carácter bipolar” u otros problemas como el trastorno límite de la personalidad o TLP.
¿Cómo es convivir con una persona bipolar?
Convivir con alguien que padece un trastorno bipolar resulta especialmente difícil porque, desde el desconocimiento, cuando se produce un brote no se comprende la situación ni cómo se debe actuar.
El mundo de éste tipo de enfermos resulta caótico, por lo que es difícil encajar su conducta y reacciones emocionales y, para quienes lo sufren, padecer este tipo de trastorno resulta muy limitante pues afecta muy negativamente a su calidad de vida.



Síntomas de trastorno bipolar
Dentro del trastorno bipolar existen diferentes tipos, por su origen, forma e intensidad de los brotes, o la cantidad de episodios sufridos en un determinado tiempo, pero todos comparten episodios de hipomanía seguidos de depresión, con los siguientes síntomas generales:
Episodios de felicidad y total seguridad en sí mismo
Durante la fase con brote maniaco, o hipomaníaco, de la enfermedad bipolar, aparece un exagerado optimismo, acompañado de tensión, gran actividad y nerviosismo, y la persona manifiesta un estado de gran seguridad en sí misma.
Los pensamientos en este estado de desorden bipolar, generan una sensación de bienestar exagerado, aumenta inusualmente la capacidad comunicativa y la locuacidad, la tendencia a dormir menos, y se baja la guardia frente a los riesgos que implican las malas decisiones.
La sensación de seguridad, vitalidad y necesidad de aumento productivo, propio de la fase maníaca y la euforia, pueden derivar en acciones muy perjudiciales por los problemas económicos y de salud que pueden generar, como realizar inversiones que comprometen todos sus recursos, mantener relaciones sexuales arriesgadas, o entrar en compromisos que difícilmente se podrán cumplir.
Episodios de depresión bipolar
En la fase depresiva del trastorno bipolar el estado anímico decae totalmente, provocando sensación de vacío, desesperación, tristeza e irritabilidad, perdiendo la capacidad de sentir interés por todo tipo de actividades placenteras.
Este estado en la depresión bipolar, viene acompañado generalmente de sentimientos de inutilidad y culpa inadecuada o desmedida, que puede degenerar en pensamientos de suicidio, su planificación, o intento real.
También se producen variaciones físicas visibles con un aumento o disminución de peso sin cambios de dieta, variaciones de apetito que puede aumentar o desaparecer, trastornos del sueño, con insomnio o necesidad de dormir mucho, cansancio y pérdida importante de energía.
A nivel mental, se produce una incapacidad de concentración y mucha dificultad para pensar con claridad.
Las manifestaciones de este trastorno, resultan menos identificables en niños y adolescentes, porque puede variar el patrón con respectos a los síntomas de bipolaridad en adultos, ya que con frecuencia es más difícil averiguar si esos altibajos son el resultado de estrés o de un trauma, o señales de otro problema de salud mental diferente.
En niños y adolescentes con síndrome de bipolaridad, los cambios anímicos en los episodios se pueden suceder con mayor rapidez.
¿Qué tipos de trastorno bipolar existen?
En función de los ciclos anímicos que se padezcan y el tiempo en que se encuentren en ellos, podemos distinguir hasta cuatro tipos distintos de bipolaridad:
- Trastorno bipolar tipo 1: cuando la fase maníaca ha durado más de una semana, sin episodios hipomaníacos.
- Trastorno bipolar tipo 2: cuando se combinan los episodios depresivos y maníacos, pero son los primeros los más habituales.
- Ciclación rápida: cuando se producen episodios de tipo 1 o 2 en, al menos, cuatro veces al año.
- Ciclotimia: cuando se sufren los síntomas de bipolaridad, pero no con suficiente intensidad como para ser diagnosticado, se entiende que deben comenzarse los tratamientos para evitar que se transforme en un trastorno bipolar completo.



¿Cuáles son las causas del trastorno de bipolaridad?
Aunque aún no existe una identificación completa de los factores que pueden generar éste tipo de trastornos, si se sabe que en su aparición se dan una serie de variables como:
Factores genéticos
Aunque aún no se han podido identificar los genes que pueden ser responsables de este tipo de trastorno, si se ha comprobado una cierta coincidencia entre enfermos que padecen trastorno bipolar, y otros parientes como padres y hermanos que comparten este problema.
Factores biológicos
Las personas con trastorno bipolar sufren diferentes cambios físicos en su cerebro, que aún se encuentran en investigación.
Factores que pueden actuar como desencadenantes
Vivir situaciones muy estresantes como una separación de pareja, el fallecimiento de los padres, hijos u otras personas muy queridas, la pérdida del medio de vida, u otras circunstancias vitales muy traumáticas y difíciles de asumir.
El abuso de sustancias como las drogas o el alcohol también puede funcionar como elemento desencadenante o potenciador de la enfermedad bipolar en adultos.



Que se puede hacer si te han diagnosticado un trastorno bipolar
Cuando el diagnóstico de trastorno bipolar ya es seguro, existen algunas pautas que te pueden ayudar de tal manera que los síntomas no se agudicen.
- Ser bipolar es una enfermedad, así que si sufres esta afección, evita el consumo de alcohol y estupefacientes, que solo pueden contribuir a un empeoramiento de la situación.
- Si eres capaz de reconocer que tipo de circunstancias pueden desencadenar los episodios de hipomanía o depresión, estate atento a tus propias señales, y pide ayuda a tu familia frente a los síntomas de advertencia.
- Acude a tu médico o psicólogo, cuando empieces a notar cambios en tu ánimo. Sigue el tratamiento que te hayan pautado, respetando la toma de medicamentos para la bipolaridad y acudiendo a sesiones de terapia psicológica.
Cómo prevenir el trastorno bipolar
El trastorno bipolar no es una enfermedad que se pueda prevenir. Puede aparecer durante la infancia o la adolescencia pero, principalmente, a partir de los 18 0 20 años, por lo que un diagnóstico temprano, en cuánto se perciben los primeros síntomas, u otros que pueden ir o no asociados.
Los adultos que padecen trastorno bipolar, también suelen sufrir otro tipo de afecciones que inciden en los síntomas y el tratamiento, tales como trastornos de alimentación, drogadicción y alcoholismo, problemas de salud física como afecciones cardíacas, hipo e hipertiroidismo, o fuertes dolores de cabeza, entre otros.
El trastorno bipolar en ocasiones está relacionado con síntomas que dependen de los cambios estacionales o se puede presentar coincidiendo con el embarazo en la mujer.
Cuando la inestabilidad anímica no se reconoce, se cierra la puerta a un diagnóstico y tratamiento para el trastorno bipolar, lo que deteriora mucho la vida de quién la padece, además del sufrimiento que genera en su familia.
Por eso es fundamental acudir a la consulta psicológica cuando se perciben síntomas de depresión bipolar, para obtener un diagnóstico con el que controlar los episodios, porque es un error total pensar que este tipo de trastorno puede desaparecer solo.
¿Qué puede pasar si no se trata el trastorno bipolar?
La falta de diagnóstico y tratamiento del trastorno bipolar conlleva un empeoramiento de los síntomas, afectando a todos los aspectos de la vida de los enfermos.
- Este tipo de trastorno reduce el rendimiento académico y laboral.
- El comportamiento bipolar en adultos, es un impedimento muy importante para mantener relaciones de amistad y pareja.
- Los episodios de trastorno bipolar pueden inducir al alcoholismo, la drogadicción o acabar en tentativas de suicidio.
- En muchos casos durante el comportamiento bipolar se generan problemas financieros o legales, como consecuencia de episodios maniáticos en los que se produce psicosis o desconexión de la realidad.
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